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Muchas veces las mejores experiencias de pesca, ocurren sorpresivamente, o bien sin previo aviso. Se encadenan una serie de sucesos que desembocan en un resultado final imprevisto y como este caso, enriquecedor desde muchos puntos de vista.

Jamás imaginé pescar truchas en Brasil. Tampoco era de mi conocimiento  que las hubiera allí. Pero además están en otros estados brasileños y en ambientes de una belleza que sacude de la cabeza a los pies.

Pero como dije al principio, la intención nunca fue ir a pescar truchas a Brasil, aunque si a hablar sobre ellas y sobre su pesca. Esta es la historia. 

"TRUTAS DO BRASIL"

Mi trabajo de guía, del que muchas veces he renegado y del que he escrito bastante en otro artículo (Mayordomos con Waders), es lo que sin saberlo entonces, me llevó a estar ahora sentado delante del monitor  presionando las teclas que darán forma a este relato.

Algunos años atrás, un grupo de entusiastas y principiantes mosqueros brasileños arribó a la Patagonia norte con el sueño de tener su primera experiencias con las truchas. Y yo tuve el gusto de guiar a algunos de ellos. Entre quienes componían ese grupo, estaban Rogerio Batista más conocido como "Jamanta", hoy presidente de la ABPM (Asociación Brasileña de Pesca con Mosca), y João Paulo Schwerz, también miembro de la asociación.

El tiempo pasó, y Jamanta y João siguieron viniendo a Patagonia pero ya en experiencias de pesca autónomas, recorriendo emblemáticos destinos en tierras tehuelches. Muchas de esas veces los he encontrado por San Martín de los Andes comprando alguna mosca o tippet que les hacía falta, o me tocaban bocina cuando pasaban con su camioneta a mis espaldas, mientras pescaba yo Malleo abajo.  Los años pasaron y la tecnología nos permitió estar más en contacto. Unos meses atrás, surge de parte de ellos la idea de que a través de la ABPM, pudiera yo viajar a Brasil a desarrollar un "workshop" o clínica,  relacionado con la pesca de truchas con secas. Le fuimos dando forma y el viaje terminó por concretarse a fines de noviembre de 2014.

Al mismo tiempo que organizábamos mi visita, João me contaba que además, querían invitarme a pescar truchas antes o después del evento. Mi sorpresa no fue menor cuando me mostraron algunas fotos de paisajes serranos y de truchas arcoiris pescadas en arroyos de belleza increíble.

Debo sincerarme y confesar, que en verdad estaba yo más ansioso por mojar mis moscas en ríos brasileños, que por la clínica en sí misma. Pero no por el mero hecho de "ir a pescar", sino por "donde" iba a ir a pescar.

La trucha Oncorhynchus mykiss es la que mejor se ha adaptado en todo el mundo. Su flexibilidad térmica hizo que se las encuentre en los lugares más remotos y a veces menos pensados del globo, como es el caso en cuestión.

Pero aún cuando he tenido en la punta de mi línea arcoiris en cantidades y en distintos ambientes, esta posibilidad se presentaba particularmente interesante.

He pescado truchas arcoiris en casi toda la Patagonia, Córdoba y Sierra de la Ventana. De hecho debo decir que aprendí a pescar truchas en Sierra de la Ventana antes que en los ríos sureños.  Pero la sola idea de pescarlas en Brasil, me tenía muy movilizado. 

El día de mi vuelo a Porto Alegre, me estaban esperando Jamanta, João y su amigo Edevar Zorrer, quien llevaba su equipo de cámaras para documentar todo en fotos y video.

A poco de bajar del avión, partimos hacia las sierras de São Joaquim, en el estado de Santa Catarina.

Salir de Porto Alegre, es lo mismo que representa salir de cualquier otra gran ciudad: tránsito pesado, lento, semáforos, etc. Pero al cabo de algunos kilómetros se empezaba a vislumbrar el paisaje serrano, que anticipaba lo que nos esperaba más adelante.

Lo primero que me sorprendió, fue el hecho de que pescaríamos a una altitud 1300 msnm. Increíble. Solo pensar que los ríos que estoy acostumbrado a frecuentar como Malleo o Chimehuín no están a mas de 1000 msnm,  me provocaba mas curiosidad aún.

Como dato adicional, vale destacar que el punto más alto en el estado de Santa Catarina es el Morro Da Boa Vista con una altitud de 1827 msnm.

De hecho, la sorpresa de que haya truchas en Brasil es producto de la ignorancia, no de la suposición previa de que no las hubiera. Porque una vez puesto al corriente sobre lo que son las sierras catarinenses, es más que obvio que le sobran atributos para albergar truchas de las mejores. Tiene todo: altura, temperatura, estructura y alimento de sobra. Solo que muchos de nosotros, incluido yo, no lo sabemos. Tan simple como eso.

Según me contaba Jamanta, la información oficial sobre la introducción de truchas arcoiris en Brasil, cuenta que se sembraron por primera vez en el año 1948. Aunque me decía que de manera no oficial, viejos pescadores pioneros en la pesca con mosca, aseguran que hubo anteriores intentos de siembra en 1929. De modo que las "rainbows" no son nuevas en Brasil.

"Lo primero que me sorprendió fue saber que ibamos a pescar

a 1300 metros sobre el nivel del mar." 

Me mostraron fotografías de copiosas nevadas en esas sierras, lo cual terminó por desacomodar mi cabeza por completo. La combinación de tres palabras: Brasil, truchas y nieve, jamás estuvo en la más mínima consideración. De hecho si alguien me lo hubiera mencionado antes, no lo hubiera tomado en serio.  Pero ahí estaba yo, y no me quedaba otra que creerlo.

Nuestro destino final sería la casa que Jamanta tiene a orillas del río Caveiras. Pero antes pasamos por el pueblo Painel, para encontrarnos con su prefecto (intendente). Jamanta, João y Edevar, presentaron al mismo en representación de la ABPM un proyecto para que la trucha sea de interés municipal y la comunidad entienda la gran oportunidad que tiene en sus manos.

La pesca de truchas en Brasil, todavía necesita un gran empuje para que se transforme en una actividad turística rentable y la ABPM está haciendo un gran esfuerzo para lograrlo.

A última hora de la tarde, llegamos a la cabaña transitando caminos serranos, rodeados de altas araucarias, y el sonido del arroyo que nos daba la bienvenida.

Había llovido mucho esa tarde, y el Caveiras estaba muy turbio. Pero al día siguiente, la historia sería diferente. Los ríos allí se ensucian rápido pero también se aclaran con celeridad.

Una vez instalados, João prendió el fuego y mientras preparaba un asado, Edevar tomaba fotos y Jamanta y yo conversábamos al lado del hogar. Debo decir que mi sorpresa seguía en 

aumento, porque aunque estábamos en Brasil y en el comienzo del verano, por la noche la temperatura en los 1300 msnm de las sierras catarinenses, baja considerablemente. Algo similar a lo que ocurre en nuestro sur.

 

Otra sorpresa fue comprobar que el sur de Brasil produce una carne vacuna de excelente calidad. Antes del asado Rogerio ató un "bicho preto", su mosca de cabecera para pescar esos arroyos. Yo até una clásica parachute adams, y Edevar registró todo en video. Asadito y a la camaEl día siguiente amaneció soleado, sin viento. Un día perfecto. 

Nos movimos un poco más río arriba para buscar aguas más claras y fue entonces cuando debuté oficialmente con las "arcos" del río Caveiras.

Puedo decir que me sentía como un principiante. Porque aunque tengo experiencia con truchas, esos ambientes proponen un juego completamente diferente al que estamos acostumbrados los que pescamos en Patagonia.

Jamanta me guiaba, como yo lo había hecho con él años atrás. Me indicaba hasta el más mínimo detalle. Pero también me dijo más tarde, que querían que yo pescara solo, para ver que es lo que yo hacía en esos arroyos, distinto a lo que ellos aplicaban.

Ellos pescan habitualmente con ninfas del estilo del "bicho preto", pero yo fiel a mi costumbre, arranqué con secas y una ninfa como dropper. La primera trucha con la que hago contacto en Brasil, decidió que la "cicada" que le ofrecí ,era convincente y la tomó con ganas.

Claro, a poco de estar allí, y levantar algunas piedras me llevo una nueva sorpresa: el tamaño, variedad y cantidad de insectos que habitan esos arroyos es abrumador. Los hay de todo tipo, desde mayfies, stoneflies, caddisflies y odonatos, hasta páncoras del doble del tamaño de las patagónicas. Es entonces cuando entiendo por qué que esa pequeña primera trucha se abalanzó sobre una cicada en anzuelo 6.  

Otro de los peces que pueblan esas aguas, es el "lambarí", que no es otro que nuestra vieja y querida mojarra. Otro contraste interesante: mojarras y truchas en el mismo arroyo. 

Una seña particular de éstos ríos, es que tienen lecho de piedra colorada. No es piedra bocha o canto rodado exactamente. Es una piedra diferente, más angulada y plana como el tipo que encontramos por ejemplo en la provincia de Misiones en Argentina. De hecho, este cordón serrano forma parte de la enorme meseta basáltica llamada Macizo de Brasilia que abarca desde el centro de Brasil, hasta Paraguay, Uruguay y Argentina. 

"al levantar algunas piedras me llevo una nueva sopresa:

el tamaño, variedad y cantidad de los insectos es abrumador."

 

Las márgenes de éstos arroyos, están casi siempre vestidas con frondosa vegetación, lo cual hace más técnica la aproximación y el lanzamiento. El roll cast se impone como uno de los recursos más eficientes o bien levantes y tendidos con muy poca línea.

Ese día seguimos pescando el Caveiras. Tuve muchos contactos con truchas pequeñas y medianas. Alguna otra de mejor tamaño apareció al final del día. Tuve muchos piques en las secas y mis amigos brasileños en la tan efectiva "bicho preto", la cual según ellos no falla nunca.

 

Un par de días después, Jamanta, João y Edevar me invitan a conocer otro arroyo, esta vez un poco más lejos, siempre en el estado de Santa Catarina pero ahora, a pocos kilómetros de la ciudad de Urubici: el río Crioulas.

Nos alojamos en casa de la familia Corrêa, quienes tienen una "fazenda" o chacra, por la que fluye el Crioulas. La familia integrada por Edinho, Nazaré y sus dos hijas, alberga pescadores por un precio muy económico. Fue una grata experiencia conocer esta familia que vive gran parte del año en el campo. Gente muy afectuosa y servicial que nos recibió con la mejor comida casera posible y como ya dije, una carne de primera calidad. 

El río Crioulas, al parecer tiene menos truchas pero en promedio más grandes. Fue casi imposible pescar con secas. No hubo caso. No subían. Pero sospecho que la cantidad de alimento disponible hace que no les sea necesario subir a la superficie, ya que cerca del resguardo del fondo, tienen todo lo que necesitan al alcance de su boca.

Y otro motivo tal vez sea que el agua no estuviera esos días totalmente cristalina. Mostraba un poco de sedimento por las lluvias mencionadas. Habrá que volver y hacer otra inspección, porque este río tiene mucho más para ofrecer sin duda.

"al levantar algunas piedras me llevo una nueva sopresa:

el tamaño, variedad y cantidad de los insectos es abrumador."

 

Intenté con secas largo rato, en aguas de estructura perfecta. Hasta que João me guiña un ojo y me ofrece una "bicho preto" grandecita. La até al tippet y desde ese momento pesque una trucha en casi cada estructura que intenté. Me recuerda bastante a un modelo que usábamos en Sierra de la Ventana con mi amigo Fernando Veicier, similar a una wolly worm negra. Supongo que para las truchas semeja a alguna ninfa de dragon o stone por tamaño forma y color. De modo que en el Crioluas, la "bicho preto" es la llave que destraba la pesca casi siempre.

El entorno del Crioluas es casi prehistórico, con todas esas araucarias decorando el paisaje. Araucarias muy parecidas a las de nuestro sur, pero no son las mismas. Es muy común tener que atravesar sectores de enmarañada vegetación, en estos ríos serranos. Mi consejo es llevar una caña corta, no mas de 8 pies, y pantalones largos para proteger las piernas de los abrojos y alguna que otra espina. No es necesario pescar con waders, no al menos según mi experiencia. Como en casi todos los ambientes reducidos que me tocó pescar, no es aconsejable meterse en el agua, salvo para vadear a la otra orilla o en casos muy puntuales. Yo pesqué con bermudas y sandalias de vadeo, aunque como dije antes, la próxima vez iré de pantalones largos.

El equipo perfecto es un #4 y línea de flote. No hace falta más. Ah eso si, no se olviden de un puñado de "bicho preto" !!.

Al volver a Porto Alegre, João me llevó a recorrer sus calles y me contó su historia. Luego por la tarde, realizamos la clínica, donde tuve el enorme gusto de compartir mi experiencia con pescadores brasileños que se acercaron de distintos lugares.

La técnica preferida por mis amigos brasileños para pescar estos arroyos es con ninfa sin indicador de pique. Recuerdo que utilizábamos esa técnica de pesca en los arroyos de Sierra de la Ventana junto a Fernando Veicier con mucho éxito.

De cualquier manera creo que se puede experimentar de otros modos diferentes e igualmente hacer contacto con estas truchas. Estoy convencido que con las condiciones adecuadas, en el momento preciso, es muy factible hacerlas subir. Las truchas son truchas y en mayor o menor medida, aún en ambientes diferentes, responden a los mismos estímulos.

Las truchas, todas ellas, son básicamente oportunistas, de modo que siempre hay que tener en mente que si la mosca es bien presentada, en el lugar correcto y pasa lo suficientemente cerca de su boca, difícilmente se resista.

 

"la física del lanzamiento, tal como nos la enseñaron

es prácticamente inaplicable, salvo excepciones. "

 

Siempre cuento en mis clínicas que para encarar cualquier situación de pesca hay que tener un plan, y que este sea lo más simple posible. En este caso creo que ajustarse a un plan es la clave para encontrar a estas truchas. De otro modo, no las vamos a ver ni conectar jamás. Ese plan consiste en un adecuado abordaje y aproximación al agua, hacer una lectura correcta de la estructura que vamos a pescar y tener precisión muchas veces quirúrgica a la hora de presentar la mosca. Se trata de lanzar el mínimo, y abolir el falso cast en la medida de lo posible.

La física del lanzamiento, tal como se la conoce y como nos la enseñaron es prácticamente inaplicable salvo excepciones. Aquí se trata de lanzar la mosca con un par de metros de línea, y el leader. Hay que acostumbrarse a manejar ese nuevo sistema, dónde cargar la caña no funciona como concepto en el lanzamiento. No hay línea para cargar la caña, pero de cualquier manera hay que poder "dar vuelta" el sistema con un levante y tendido o simplemente un roll cast.  Pesca fina, más fina que nunca. ...It is only fine fly fishing, but I like it...yeah!

Cada viaje es una vivencia diferente. Volví de mi experiencia muy enriquecido no solo por la pesca, sino por las personas que he tenido la suerte de conocer. He vuelto con la amistad de João, Jamanta y Edevar en mi valija, lo cual pienso sin dudar es la cosa más importante que me dejó mi visita por el sur de Brasil.

Pablo Saracco

 

 

 

Fotografías: Edevar Zorrer, João Paulo Schwerz y Rogerio Batista

 

 

 

 

VÍDEOS DE PESCA CON MOSCA

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